¿Lo opuesto al Amor es el Miedo?
Si buscas al amor…. Si buscas sentirte amado/a y amar… Aquí encontrarás 12 claves:
- Cuando hablamos de amor y sus derivados: respeto, aceptación, tolerancia, perdón, reconocimiento, igualdad… El primer paso es el amor a ti mismo/a. No puedes dar lo que no tienes.
- Para recibir hay que aprender a DAR. Para DAR hay que arriesgar, exponer y atreverse a abrir el corazón. A sumergirse y explorar tu mundo afectivo. ¡Te sorprenderías de lo que puedes descubrir!
- Cuando decidas DAR, da lo que en verdad quieras y no por obligación. Acuérdate que a veces es necesario decir NO.
- Lo opuesto al amor es el MIEDO. Un miedo que se alimenta de nuestras experiencias pasadas, un miedo inventado, no real que nos quita la fuerza para actuar, que nos aleja de nuestros anhelos. Aprende a enfrentar tus miedos. Plántale cara y convive con ellos!
- Cultiva la paciencia, las prisas pueden llevarte a pasar por alto momentos necesarios para el crecimiento, algunos llegan de la mano de la alegría –para celebrar un triunfo- otros de la mano de la tristeza –para elaborar un cambio o pérdida.
- Persigue una meta y disfruta el camino que te lleve a ella. No pretendas saltarte el camino con todo lo que él te ofrece: llanuras y montañas, encrucijadas y atajos ¡es parte del crecimiento!
- Aprende a no perseguir aplausos, sino tu satisfacción por lo realizado. Aprende a no depender de la aprobación de las demás personas.
- Tienes derecho a decir “no se”. Sincérate contigo mismo/a y habla desde ahí. Atrévete a pedir, a preguntar, o a decir “no se”, puede que sea tu mejor respuesta.
- La duda es parte del crecimiento, no tengas miedo a dudar. Tómate tu tiempo. Hazte amigo/a de la paciencia.
- No adivines, no interpretes, no escribas novelas. No creas que lo sabes todo sobre la otra persona. Si ya es difícil conocerte a ti mismo/a no pretendas saber qué piensa, qué siente, qué quiere o qué teme la persona con la que estás en relación.
- Indaga en lo que tú piensas, en lo que tú sientes y en lo que tú quieres – muchas veces expresamos lo que no sentimos por la inseguridad de no saber qué piensa o siente el otro u otra. Por el miedo a la crítica, al rechazo, a la desaprobación… ¿Entonces? Pregunta.
- Acepta que el otro/a no está para llenar tus huecos y que tú te llenas solo/sola. Acepta que el otro/a no está para cargar con tus indecisiones, errores ni tus responsabilidades. Este es el punto de partida para asumir la responsabilidad sobre tu propia vida.
\»Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida\». Séneca.
La coherencia entre lo que pienso, siento y hago es el mayor de los respetos y el mayor de los compromisos: contigo y conmigo